texto adaptado
UPC Licenciatura en
Diseño
“INTERVENCIÓN
DEL ESPACIO EN LOS HOSPITALES PEDIÁTRICOS”
El aspecto, los sonidos y los olores de un hospital
pueden convertirlo en un sitio terrorífico, sobre todo para los niños. El
espacio y otras cuestiones relacionadas con el entorno, influencian los estados
emocionales e imparten mensajes subliminales.
El
entorno físico es un elemento que influye en la adaptación satisfactoria del
paciente y su familia.
Un hospital
pediátrico debe esforzarse por producir sentimientos de calidez, aceptación así como confianza y competencia tanto para niños como para padres.
Estos espacios
deben ser variados a nivel sensorial,
estimulando el interés visual (posters, dibujos de niños, figuras infantiles,
etc.), el auditivo (música, risas y
voces de niños, etc.) y el interés
táctil (diferentes materiales como madera, plastilina, etc.)
La idea es tratar de comunicar sensaciones y pensamientos
mediante la ruptura del paisaje al que
se está acostumbrado, proponiendo una
nueva forma de relacionarnos con dicho paisaje, promoviendo al usuario infantil
a percibir un hospital como un entorno que le es propio, que está pensado para
él.
texto original
UPC- Licenciatura en Diseño
“INTERVENCIÓN DEL ESPACIO EN LOS
HOSPITALES PEDIÁTRICOS”
INTRODUCCIÓN
Una de las utopías fundacionales del
diseño fue la del mejoramiento de la calidad de vida de la humanidad. El
proceso neo-liberal de los '90 llevó a privilegiar el afán de lucro por sobre
las propuestas de interés social.
La expresión artística constituye el
ejercicio ideal para los niños dentro del contexto de un aula hospitalaria.
Ello ratifica la idea de que el arte como medio terapéutico y la terapia con
sentido educativo ofrecen a los niños una manera simbólica de comunicarse y
comunicar su mundo interior. Mediante el arte se producen cambios en la actitud
de una persona hospitalizada, en su estado emocional y hasta en su manera de
percibir el dolor, convirtiendo su estado de estrés en otro de relajación y
flujo propicio para la creatividad (Csikszenmihalyi, 1998).
El aspecto, los sonidos y los olores de un hospital
pueden convertirlo en un sitio terrorífico, sobre todo para los niños. Estar en un hospital para un niño, es una experiencia de aprendizaje que puede tener efectos positivos
más allá de la sanación así como crecimiento
emocional e intelectual. El espacio y otras cuestiones
relacionadas con el entorno, influencian los estados emocionales e imparten mensajes subliminales.
Un hospital pediátrico debe esforzarse por producir sentimientos de calidez,
aceptación así como confianza y competencia tanto para niños como para
padres.
El entorno
físico es otro elemento que influye en la adaptación satisfactoria del paciente
y su familia. Estos espacios deben ser variados a nivel sensorial, estimulando
el interés visual (posters, dibujos de niños, figuras infantiles, etc.), el
auditivo (música, risas y voces de niños, etc.) y el interés táctil (diferentes
materiales como madera, plastilina, etc.)
Una parte fundamental del apoyo es el juego en sus diferentes formas, y todos
los niños deben tener la oportunidad de realizar actividades lúdicas dentro del
hospital.
El objetivo del presente trabajo es
analizar, la intervención del Diseño en los “Hospitales Pediátricos”, aspirando
a un óptimo funcionamiento en cuanto a la atención hospitalaria. Como estos
responden a las necesidades y características de sus propios usuarios y su
adaptación (como espacio) a través del tiempo, sin dejar de lado, el hecho que
un hospital se convierte en imagen de desarrollo y pasa a ser no sólo parte del
equipamiento urbano, sino que agente en la percepción de un valor agregado a la
ciudad, tanto desde el punto de vista de la función que cumple como centro de
salud y la imagen física que extrapola fuera de su función. Se intenta determinar
aspectos funcionales y de confort espacial, desde una perspectiva de usuario
infantil.
La motivación de este proyecto es la
inquietud sobre la problemática del Diseño en espacios arquitectónicos
complejos, así como un compromiso social, en este caso, con los niños y su
relación con el entorno hospitalario.
La idea es tratar de comunicar sensaciones y pensamientos mediante la ruptura del paisaje al que se está acostumbrado, proponiendo una nueva forma de relacionarnos
con dicho paisaje, promoviendo al usuario infantil a percibir un hospital como un
entorno que le es propio, que está pensado para él.